Tu departamento IT trabaja duro para mantener seguros los datos y sistemas dentro de tu empresa, pero… ¿Qué sucede cuando esos datos se comparten fuera de tu organización? ¿Qué sucede cuando se envía información sensible de tu empresa a través del correo electrónico?
Las filtraciones de datos no solo representan un riesgo económico y reputacional, sino que también pueden comprometer la confianza de clientes y socios. Además, el cumplimiento normativo, con regulaciones como el RGPD o la NIS2, exige una gestión rigurosa de los datos sensibles.
¿Es posible controlarlo?
De la preocupación al control: Cómo proteger la información sin frenar la productividad
La clave no está en llenar la empresa de restricciones que dificulten el trabajo diario, sino en implementar un modelo de seguridad inteligente que:
- Garantice el control de la información sin depender del usuario: Protegiendo automáticamente los datos en función de su nivel de confidencialidad.
- Evite que documentos sensibles acaben en las manos equivocadas: Asegurando que solo las personas adecuadas puedan acceder a ellos, dentro y fuera de la organización.
- Permita compartir información con total seguridad: Para que los equipos puedan colaborar con tranquilidad sin poner en riesgo datos estratégicos.
- Facilite el cumplimiento normativo sin complicaciones: Aplicando automáticamente las políticas de seguridad necesarias para cada tipo de información.
La protección de la información confidencial empieza con una decisión
Ignorar los riesgos no es una opción. Las filtraciones de datos pueden suponer pérdidas económicas, sanciones e incluso dañar la confianza de clientes y socios. Pero proteger la información no significa complicar el día a día de tu equipo ni frenar la innovación.
Las empresas que adoptan un enfoque proactivo en la protección de datos no solo evitan amenazas, sino que también ganan en tranquilidad, eficiencia y confianza.
La pregunta es: ¿vas a esperar a que ocurra un problema o vas a tomar el control de la seguridad de tu empresa? Hablemos.