La ciberresiliencia se ha convertido en un activo de negocio crítico, dividiendo a las empresas en dos: las que están preparadas y las que son un blanco fácil (aunque no lo sepan). En este artículo, analizo el papel de los tres protagonistas clave de esta historia, cuyas decisiones pueden cambiar el destino de (tu) empresa para siempre.
Mientras tanto, la inteligencia artificial ha irrumpido con fuerza en el mundo empresarial, prometiendo una revolución: automatización de tareas, aprendizaje automático, agentes autónomos… Increíble, ¿verdad?
Pero ¡ojo! La IA también está en manos de los ciberdelincuentes, que la utilizan para lanzar ataques más sofisticados, especialmente contra empresas confiadas que creen estar bien protegidas.
Estamos en un momento en el que un solo error, o la falta de acción, puede abrir la puerta a un desastre irreversible. Por eso, priorizar la ciberseguridad ya no es una opción.
¿Quiénes son los tres protagonistas clave de esta historia? ¿Qué desafíos enfrentan? ¿Y quién saldrá vencedor en esta batalla?

‘El Bueno’: El que apuesta por la ciberseguridad
Bien sea el CIO, CISO o Responsable de Ciberseguridad – ‘El Bueno’ tiene uno de los papeles más importantes de esta historia, y el más complejo:
Conoce los peligros a los que se enfrenta, y por eso está convencido de que es esencial invertir en ciberseguridad para asegurar la continuidad del negocio. Su tarea principal es hacer todo lo que está a su alcance para potenciar la ciberseguridad en todos los niveles de la organización. Pero también debe superar unos retos que le impiden avanzar al ritmo necesario…
Objetivos:
- Fomentar una cultura en la que la ciberseguridad sea prioridad, transmitiendo a Dirección el riesgo real de no invertir en ella y concienciando a los empleados sobre los peligros a los que están expuestos en su día a día para que no sean el eslabón más débil.
- Proteger los activos críticos de la empresa, como los datos sensibles, la información confidencial de los clientes, la propiedad intelectual, y todo aquello cuyo compromiso podría suponer un desastre económico y reputacional.
Retos:
- Presupuestos insuficientes que no le permiten invertir en las mejores tecnologías y servicios de seguridad que necesita para hacer frente a los ciberataques más complejos.
- Escasez de talento especializado, que sea capaz de vigilar, prevenir, responder y mitigar incidentes antes de que sea demasiado tarde.
- Estar al día de la innovación constante y los nuevos ciberataques que han surgido desde el auge de la IA, cada vez más imperceptibles para los usuarios, y devastadores para la empresa.
Por ello, para hacer frente a estos desafíos y mantener el negocio protegido, ‘El Bueno’ tiene claro que no puede hacerlo solo.
El CEO: El que debe velar por la reputación de la empresa
Aquí entra en juego el CEO, el gran decisor. Su liderazgo marcará la diferencia entre una empresa que avanza y una que se queda atrás.
Nadie cuestiona la necesidad de invertir en cámaras de seguridad, controles de acceso o cerraduras antirrobo en las oficinas. Entonces, ¿por qué no aplicar la misma lógica a la seguridad digital? Los CEOs con ambición lo tienen claro: ignorar la ciberseguridad es un lujo que ninguna empresa puede permitirse.
Pero tampoco es una tarea fácil…
Objetivos:
- Asegurar la continuidad de negocio y confianza digital de los stakeholders, porque un incidente que paralice total o parcialmente sus actividades podría poner en riesgo tanto a sus empleados como la confianza de los clientes, proveedores y otros socios.
- Garantizar que la empresa cumple con las normativas de ciberseguridad y protección de datos, asegurándose de que existe una estrategia clara y los responsables adecuados para su cumplimiento. De hecho, con la directiva NIS2, además, su papel es clave, ya que es el responsable legal ante los incidentes que ocurran.
Retos:
- Destinar el presupuesto necesario para invertir en ciberseguridad manteniendo un equilibrio con otros objetivos estratégicos de la empresa.
- Contar con un aliado, un especialista en ciberseguridad que trabaje codo a codo con el CIO en las tareas de vigilancia, prevención, mitigación y actuación ante incidentes, ofreciéndole la tranquilidad que necesita para ocuparse de otros temas importantes.
‘El malo’: El ciberdelincuente movido por la codicia
Los ciberdelincuentes no son simples hackers con sudadera y capucha. Son grupos organizados con recursos, motivados por una única cosa: el dinero. Movidos por la codicia y la pura maldad, tienen como objetivo robar los activos más valiosos de la empresa, como datos personales e información confidencial, así como parar el negocio, para luego extorsionar a cambio de grandes sumas de dinero, poniendo en peligro la continuidad de la empresa y la privacidad de sus empleados y clientes.
Y en esta historia, el ‘malo’ tiene una gran ventaja: mientras que el CIO y el CEO deben estar constantemente preparados, él solo necesita un día de suerte. Y aprovechando los avances de la tecnología para crear ciberataques cada vez más sofisticados y casi imperceptibles, les resulta cada vez mucho más fácil.
Ya no hablamos de un simple phishing para robar credenciales, sino de ataques porque, además de causar grandes pérdidas económicas, también pueden causar daños irreparables como la pérdida de la confianza de los clientes y la reputación de la empresa.
Como en todas las historias, depende de ‘los buenos’ evitar que los malos no se salgan con la suya.
¿Estás listo para jugar tu papel en esta historia?