DATA & AI26 febrero, 20255 min de lectura

«A mí, la IA me da miedo» Eso me dijeron, y esto le respondí…

Autor del artículo:

Georgina Punsoda

Dynamics 365 & Power Platform Expert de Softeng

Las pasadas Navidades estuve conversando con mis primos y, en una conversación con uno de ellos, periodista, le pregunté si hacía uso de la IA generativa en su trabajo. «No, a mí eso me da miedo», me dijo. Y me inspiró a redactar este artículo…


Me sorprendió mucho al principio. Es un chico joven, al día con la tecnología y con un gran talento para la creación de contenidos, por lo que di por hecho que utilizaría herramientas como ChatGPT. Le pedí que me explicara sus temores y me confesó que tenía miedo de ser desplazado en su profesión. En otras palabras, temía ser reemplazado por la IA.

Me fui a casa pensando en cuántos trabajos «peligran» por culpa del impacto de la IA en su sector. El miedo es contagioso, sobre todo cuando se trata de cambios que aún no comprendemos del todo.

Por un instante, sentí lo mismo que él: ¿y si la IA me deja a mí sin trabajo?

Sin embargo, la historia nos demuestra que cada revolución tecnológica ha transformado el empleo, no lo ha destruido. Pensemos en los faroleros cuando llegó la iluminación eléctrica: muchos se convirtieron en electricistas. O para no irnos tan lejos: los dueños de los videoclubes, algunos evolucionaron en expertos en distribución de contenido digital, otros abrieron espacios culturales donde el cine sigue siendo el protagonista.

Y lo mismo sucede hoy con la inteligencia artificial: no viene a reemplazarnos, sino a transformar la manera en que trabajamos. La clave está en adaptarnos y encontrar nuevas oportunidades dentro del cambio.

La clave nunca ha sido resistirse al cambio, sino adaptarse a él.

Si sientes que tu trabajo está en peligro, en parte tienes razón. No porque la IA tenga tenga la intención de reemplazarte, sino porque el mercado laboral evoluciona y quienes no se adapten pueden se van a quedar atrás. Alimentar el miedo sin actuar solo lo convierte en una profecía autocumplida. En cambio, si lo ves como una oportunidad, puedes transformar ese miedo en ventaja.

«La IA generativa es una herramienta poderosa, pero aún necesita del criterio humano. No puede reemplazar el discernimiento, la creatividad, la ética ni las relaciones interpersonales, aspectos que siguen siendo esenciales en cualquier profesión.»

 

La clave está en aprender a utilizarla a tu favor, igual que en su momento ocurrió con la ofimática, Internet o el email. Hoy en día nadie se plantea que saber manejar Microsoft Office sea un valor diferencial; es un requisito básico. Con la IA sucederá lo mismo: dominarla no será un extra, sino una habilidad esencial para seguir siendo relevante en el mercado laboral.

Y el periodismo es un claro ejemplo de esta evolución. Cada vez más redacciones están incorporando la IA como una herramienta de apoyo, permitiéndole a los periodistas centrarse en tareas de mayor impacto, como la investigación.

Sin embargo, esta adopción no está exenta de desafíos: la formación del personal, la definición de protocolos claros, la gestión de riesgos como los sesgos algorítmicos y la protección de los datos serán claves para su correcta implementación.

Lo mismo aplica al mundo empresarial. La IA no es solo una cuestión de eficiencia, sino de supervivencia. Las empresas que no integren herramientas de automatización y análisis inteligente perderán competitividad frente a aquellas que sí lo hagan.

«Una empresa que incorpora IA en sus procesos puede mejorar la toma de decisiones, personalizar la experiencia del cliente y descubrir nuevas oportunidades de negocio.»

 

La pregunta no es si la IA te quitará el trabajo o si reemplazará a las empresas tradicionales, sino cómo puedes aprovecharla para innovar y mejorar. En cada revolución tecnológica, los que se adaptan no solo sobreviven, sino que prosperan.

¿Está tu empresa lista para aprovecharla?