Mega. Súper. Ultra. Me encanta el efecto de los prefijos superlativos para maximizar el sentido de las palabras.
En ingeniería de procesos, la hiperautomatización proviene de la idea de ampliar e intensificar la automatización de tareas con la ayuda de las tecnologías y metodologías más innovadoras, como la Inteligencia Artificial, la Robotización Automática de Procesos y otras, todo con el objetivo de automatizar procesos completos de manera escalable y adaptable.
Suena superinteresante – y lo es -.
La hiperautomatización siempre se ha considerado como un objetivo aspiracional, debido a la complejidad de los procesos de negocio y a la rigidez de las tecnologías tradicionales. Sin embargo, la IA generativa nos abre un nuevo camino para automatizar tareas complejas que hasta ahora eran muy costosas o prácticamente imposibles de digitalizar.
«Es alucinante la capacidad de la IA generativa para emular tareas cognitivas humanas para analizar y extraer conclusiones relevantes de múltiples medios, como correos electrónicos, documentos, imágenes, notas de voz e incluso videos.»
La IA generativa puede entender el contexto de la empresa y del proceso específico, recurrir a materiales de referencia propios del negocio, usar casos anteriores como ejemplo para nuevas respuestas, y ejecutar tareas automáticamente con una precisión y velocidad increíbles. No estoy hablando solo de automatizar lo que hacemos ahora manualmente, sino de hacerlo mejor, reinventando los procesos desde su raíz.
Pongamos un caso práctico: el proceso de aprobación de facturas de proveedores.
En lugar de simplemente automatizar el flujo de aprobación, la IA generativa puede ir mucho más allá. Imagina un sistema hiperautomatizado que recibe las facturas en diferentes formatos (PDF, imágenes, correos electrónicos), las analiza y extrae automáticamente los datos relevantes, como el nombre del proveedor, identificadores de pedidos, los montos y las fechas.
Luego, esos datos se estructuran y se incorporan directamente al software de contabilidad de la empresa, eliminando la necesidad de ingresar toda esa información manualmente y liberando tiempo de las personas para dedicarlo a tareas de más valor.
Para los que nos dedicamos a la digitalización de procesos, la oportunidad que representa la IA generativa para alcanzar la hiperautomatización es evidente pero, como es habitual con las tecnologías que son tan disruptivas, es difícil identificar los casos de uso adecuados para nuestro negocio y que generen un impacto real en los procesos de la empresa.
Conseguirlo exige la combinación de un conocimiento profundo del negocio y de las capacidades de la tecnología, algo que solo las empresas ambiciosas pueden conseguir con colaboradores tecnológicos estratégicos y de largo recorrido.
El beneficio será para aquellas empresas que, entendiendo cuales de sus procesos actuales tienen más importancia en la generación de negocio, sean capaces de mejorarlos y optimizarlos mediante la hiperautomatización.
Y el premio gordo y la auténtica ventaja competitiva será para aquellas empresas que construyan nuevos procesos de negocio hiperautomatizados desde el inicio maximizando las capacidades de la IA generativa para impulsar las líneas de negocio actuales e, incluso, crear de nuevas que sean más rentables.
¿Será tu empresa la que lo consiga primero?